Gonzalo Flores & Mishelle Ramos

Proyecto:


LA DEPRESIÓN Y SU INFLUENCIA EN EL RENDIMIENTO LABORAL EN SUJETOS EN EDAD ADULTA”


Objetivo general:

Analizar la influencia de la depresión en el rendimiento laboral en sujetos en edad adulta.

Objetivos específicos:

·      Psicopatología: Explicar la psicopatología de la depresión.

·      Neuropsicología: Especificar las áreas cerebrales y neurológicas que se ven afectas en la depresión.

·      Pruebas Objetivas: Describir los reactivos para medir las variables en el tema propuesto.

·      Psicología Evolutiva II: Mencionar las afectaciones de la depresión en la edad adulta.

·      Teoría General de los Sistemas: Relacionar los síntomas de la depresión con el rendimiento laboral.


·      Planeación de Proyecto Creativo: Realizar el prototipo del producto planeado durante el transcurso del semestre.

Producto:

Digitest

Descripción:

CD interactivo que contiene la escala autaplicada para medida de la depresión de Zung y Con. Este programa computarizado permite realizar de manera más rápida y efectiva la calificación de la escala, además proporciona resultados con puntos cortes de tres diferentes autores.

Constelaciones de ideas:

Neuropsicologia

psicopatologia

Estudios Previos:


MISHELLE RAMOS
La depresión es el motivo principal de discapacidad en el mundo, y afecta a más de 350 millones de personas. A más de los síntomas más conocidos de este trastorno, como es el bajo estado de ánimo, la depresión posee otras señales cognitivas como son: la mala concentración, indecisión dificultades de memoria, que están presentes la mayor parte del tiempo durante los episodios.
La sintomatología cognitiva afecta a varios aspectos de la vida del paciente, entre los cuales estan, el bajo rendimiento en el trabajo y el mal desarrollo social.
Por esta razón, la (World Federation for Mental Health, 2016) Federación Mundial de la Salud Mental  ha publicado un breve informe: Depresión en el ámbito laboral (Depression in the workplace), en el que hace referencia al impacto que tiene la depresión en el rendimiento laboral y la falta de recursos que tienen las empresas para manejar y ayudar a los empleados con problemas de salud mental.

Según los datos presentados en este documento, la (OMS, 2016) Organización Mundial de la Salud ha estimado que la depresión tiene una carga superior que otros trastornos psiquiátricos como el trastorno bipolar o la esquizofrenia, y mayor que otras enfermedades como el cáncer. La depresión tiene unos importantes costes socioeconómicos. Se estima que en 2010 este trastorno le costó unos 92.000 millones de euros a Europa, de los cuales aproximadamente 54.000 millones (59%), fueron por costes indirectos, como por ejemplo el absentismo laboral.
La distinción entre trastornos de tristeza normal, síndrome de deterioro profesional y los trastornos deprimentes propiamente dichos, no siempre es fácil. En excesivas ocasiones se carece de protocolos de actuación adecuados y las propias condiciones laborales impiden un abordaje satisfactorio e integral; es más, dichas condiciones pueden incluso actuar como desencadenantes, sustentadores o mediadores de muchos de estas dificultades.
La depresión es una enfermedad como cualquier otra, la misma que puede sucedernos a cualquier persona, pero en más de la mitad de los casos tiende a volverse crónica con otras enfermedades. Los resultados son extremadamente negativos, tanto en los trabajadores como en las organizaciones, si no se determina de forma prematura y no se asiste de manera práctica.
El manejo de los problemas de salud mental en el mundo laboral no es fácil. En varias ocasiones se necesita de protocolos de actuación adecuados y las mismas condiciones laborales no permiten un abordaje placentero y sistémico, es más, dichas condiciones pueden incluso actuar como desencadenantes o facilitadores de muchos de estos problemas. El objetivo del presente artículo es realizar una revisión sobre los diferentes trastornos depresivos, sus efectos en el ámbito laboral, la interacción con el mismo, y posibles líneas de tratamiento e intervención.
En el ámbito psicosocial, la depresión produce un gran sufrimiento en la persona afectada y en las personas de su entorno, con importantes repercusiones laborales y socioeconómicas, debido a la lesión de productividad, al absentismo y a las posibles bajas profesionales relacionadas. Una determinación y tratamiento adecuado, revierte estos efectos negativos de la depresión no tratada.
La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. (OMS, 2016)
La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional. (OMS, 2016)
La depresión es un trastorno que se puede diagnosticar de forma fiable y que puede ser tratado por no especialistas en el ámbito de la atención primaria. (OMS, 2016)
La depresión es una palabra de uso común aunque puede tener diferentes significados. A menudo se utiliza para referirse a períodos pasajeros de tristeza o desánimo tras experimentar la pérdida de un ser querido, de la salud, de pertenencias personales, tras la frustración de expectativas deseadas, o ante dificultades cotidianas.
Según Winokur (1997)  citado por: (Vazquez, 2000) ha propuesto que la depresión unipolar desde la perspectiva clínica es un trastorno homogéneo pero etiológicamente es heterogéneo. La depresión es un problema de múltiples facetas caracterizado por un amplio número de síntomas que pueden, o no, estar presentes en cada paciente en particular.
No todas las depresiones obedecen a las mismas causas. Por ello, en la actualidad hay un amplio número de teorías que intentan explicar la etiología de la depresión.

ETIOLOGÍA
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que inquieta la relación del yo con su ideal. Los eventos desencadenantes del conflicto son lesiones narcisísticas que remueven una imagen personal que se sostiene en una idealización defensiva carente de apoyo real o simbólico. Aunque el tratamiento farmacológico determina una mejoría de los síntomas, la psicoterapia analítica actúa sobre la dimensión personal del trastorno.

Factores sociales
Eventos que exceden los recursos personales de afrontamiento como puede ser la muerte de una persona significativa, una enfermedad crónica, problemas interpersonales severos, estrés, dificultades económicas, mal proceso de divorcio, pobre red de apoyo social.
Se consideran factores potenciadores de la aparición de este trastorno todos aquellos que son negativos para el sujeto (estrés, ansiedad, incapacidad de encauzar los problemas...) en cualquiera de sus ámbitos personales (laboral, familiar…), en especial si el sujeto se encuentra además en una situación de dependencia o consumo habitual de alcohol, tabaco, drogas, etcétera. Una situación de escasas o nulas relaciones interpersonales potencia especialmente estos factores. (González, 2017)

Factores cognitivos
Esta formulación teórica gira en torno a tres conceptos básicos: la cognición, el contenido cognitivo y los esquemas. La cognición se refiere al contenido, proceso y estructura de la percepción, del pensamiento y de las representaciones mentales. El contenido cognitivo es el significado que el sujeto da a los pensamientos e imágenes que tiene en su mente; para los terapeutas cognitivos la interpretación que haga el sujeto sobre un hecho (contenido cognitivo) tendrá una influencia importante en lo que siente.
Los esquemas son creencias centrales que se constituyen en los principios directrices que sirven para procesar la información procedente del medio. Aunque no se especifica claramente el origen de los esquemas erróneos, parece sugerirse que podrían ser el resultado del aprendizaje a través de la exposición a acontecimientos y contextos anteriores, jugando un importante papel las experiencias tempranas y la identificación con otras personas significativas.
Los esquemas depresivos tienen que ver con acontecimientos tales como la desaprobación o la pérdida de los padres. De ello se deduce, que muy probablemente aquellos individuos que padecen una depresión episódica presentan esquemas menos patológicos o con menos áreas claves de vulnerabilidad por ejemplo confianza, seguridad, amor, etc que aquellos con depresión crónica. (Vazquez, 2000)

Factores genéticos
La presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar cercano (padres y hermanos) incrementa en un 25-30% la probabilidad de sufrir depresión. En diversos estudios se ha determinado que en los gemelos monocigóticos hay un 50% más de probabilidades de que uno de los hermanos padezca depresión en el caso de existir precedentes en el otro. Este porcentaje se reduce al 25% en el caso de gemelos dicigóticos. (González, 2017)
Existe un mayor riesgo de padecer de depresión cuando hay una historia familiar de la enfermedad, sin embargo, la depresión grave también puede ocurrir en personas que no tienen ninguna historia familiar de la enfermedad, lo cual indica que hay factores extras que pueden causar la depresión.

Factores biológicos
Las causas biológicas de la depresión se pueden resumir así:

  • Vulnerabilidad biológica y herencia.
Algunos tipos de depresión suelen presentarse en una misma familia, lo que significa que existe una conexión, entre la depresión y la herencia. Sin embargo, una vulnerabilidad biológica no necesariamente se traduce en depresión a menos que las condiciones ambientales lo favorezcan; por ejemplo, si has sufrido abuso infantil o has vivido demasiado estrés durante tu infancia, podrías tener tendencia a desarrollar depresión, pero esto no significa que la tengas o la vayas a desarrollar de forma obligatoria. Por el contrario, si creciste en un ambiente saludable, puedes tener la predisposición genética, pero puede que nunca llegues a desarrollar esta condición. Así que, es igual que con otras muchas condiciones fisiológicas.
Por otro lado, puedes tener depresión sin que necesariamente otro miembro de tu familia la tenga. Es decir: existe una conexión biológica. Sin embargo, esta conexión no explica la depresión en todos los casos en los que la depresión aparece.

  • Disfunciones en la neurotransmisión cerebral.
En este caso, la depresión o la inexistencia de la misma, puede deberse a déficits o exceso de neurotransmisores en tu cerebro, a que existan problemas en la recepción del neurotransmisor en la sinapsis, o bien, a una reducción de los transportadores de proteínas de serotonina la cual se encarga de generar la sensación de bienestar y de regular el humor, y de dopamina que está encargada de la motivación y el placer. Esta hipótesis resulta interesante, sin embargo, actualmente existen algunos científicos estudiando su validez, es decir que están buscando evidencias para desacreditarla.

  • Diferencias en la estructura cerebral.
Tus emociones son reguladas por diversas estructuras cerebrales como: la región pre-frontal, el hipocampo y la amígdala y, a lo largo de los años, los investigadores han encontrado diferencias en estas estructuras cerebrales entre quienes tienen tendencia a la depresión y quiénes no.
En apariencia, el tamaño del hipocampo (tu estructura cerebral encargada del procesamiento de la memoria a largo plazo y del procesamiento de la información), también está relacionado con la duración de la depresión, pues cuando los niveles de la hormona del estrés son altos, el crecimiento de las células nerviosas en esta parte del cerebro se reduce significativamente.
Otros estudios también han demostrado que la amígdala la cual se encarga de regular las emociones, es más grande o más activa en personas deprimidas o con tendencia a la depresión.
Además, las otras estructuras en las que se encuentran diferencias son las neuronas, las cuales son extrañamente pequeñas en personas con depresión o que tienen tendencia a desarrollarla.
También se ha encontrado menor cantidad de células gliales en el córtex pre-frontal en personas deprimidas, lo cual podría explicar por qué existen pensamientos negativos y ciertos patrones repetitivos en personas con depresión. (Beck, 2009)

SINTOMATOLOGÍA
Cognitivos
La depresión se asocia con una disminución de las funciones cognitivas en una gama de áreas, entre las que se incluyen atención, memoria y las funciones ejecutivas. Los síntomas cognitivos de la depresión pueden tener un profundo efecto en la habilidad de los pacientes para llevar a cabo las tareas de la vida diaria, y son factores significativos que afectan a la capacidad de funcionar tanto a nivel interpersonal como ocupacional.
Los estudios sobre memoria en pacientes con depresión han demostrado de manera consistente tanto la dificultad para recordar a corto plazo como la dificultad para aprender a partir de un material verbal o visoespacial.

Emocionales
Se ha visto que existe un porcentaje significativamente mayor de depresión en mujeres que en hombres. La edad también es un factor influyente, y la franja comprendida entre los 35 y los 45 años es la de mayor incidencia de depresiones. El embarazo y el posparto son etapas vitales de la mujer con un mayor riesgo de aparición de depresión debido a las alteraciones hormonales sufridas. (González, 2017)

Fisiológicos
La aparición y cronificación de la depresión se ha relacionado especialmente con un descenso de los niveles de serotonina a nivel de las uniones neuronales. Por este motivo, en el tratamiento de la depresión se emplea en ocasiones un grupo de fámacos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, cuya función consiste precisamente en modificar los niveles de serotonina que se encuentran alterados en estos pacientes. Existe, además, un grupo de enfermedades estrechamente ligadas a la aparición de depresión, la mayoría de ellas relacionadas con alteraciones endocrinas: (González, 2017)

CLASIFICACIÓN DE LA DEPRESIÓN
TRASTORNOS DEPRESIVOS
Los trastornos depresivos son un conjunto de cuadros clínicos en los que predomina el síntoma subjetivo de estado de ánimo deprimido puede no ser manifiesto y una  reducción del interés. Se presentan en el transcurso de los trastornos del estado de ánimo uni o bipolares afectivos, trastornos somáticos, trastornos de adaptación causados por conflictos o situaciones difíciles, intoxicaciones, efectos adversos a medicamentos, otros trastornos psiquiátricos tales como los trastornos esquizoafectivos, la depresión pospsicótica, trastornos mixtos de depresión y ansiedad, neurastenia o síndromes de abstinencia.

Trastorno depresivo mayor
La depresión mayor es un síndrome o agrupación de síntomas en el que predominan los síntomas afectivos (tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida) aunque, en mayor o menor grado, también están presentes síntomas de tipo cognitivo, volitivo o incluso somático, por lo que podría hablarse de una afectación global de la vida psíquica, haciendo especial énfasis en la esfera afectiva.
 La base para distinguir estos cambios patológicos de cambios ordinarios, viene dada por la persistencia de la clínica, su gravedad, la presencia de otros síntomas y el grado de deterioro funcional y social que lo acompaña. Muchos casos de depresión son claramente apreciables en la práctica clínica, aunque raras veces resulta fácil establecer su autonomía diagnóstica respecto de otras entidades psicopatológicas. Así, por ejemplo, la asociación entre trastorno depresivo y de ansiedad es alta y con diversas combinaciones sintomáticas en sus manifestaciones.
La depresión también puede concurrir con el abuso de alcohol u otros tóxicos, y con algunas enfermedades orgánicas cerebrales y sistémicas . Si bien las causas de la depresión no son conocidas, diferentes factores podrían intervenir en su génesis, como determinados factores genéticos, vivencias de la infancia y adversidades psicosociales actuales (contexto social y aspectos de la personalidad). También podrían jugar un papel importante como factores de riesgo en el desarrollo de una depresión, dificultades en las relaciones sociales, el género, el estatus socio-económico o disfunciones cognitivas, aunque lo más probable sea una interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales.

Trastorno distímico
El trastorno distímico, conocido también como distimia, tiene como característica básica un estado de ánimo crónicamente depresivo que está presente la mayor parte del día de la mayoría de los días durante al menos 2 años (según el DSM IV, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales). En niños/as y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable y la duración debe de ser de al menos 1 año. (Beck, 2009)
Además, para su diagnóstico se requiere la presencia de dos o más de los siguientes síntomas: pérdida o aumento del apetito, insomnio o hipersomnia, falta de energía o fatiga, baja autoestima, dificultades para concentrarse o para tomar decisiones y/o sentimientos de desesperanza.
A lo largo del periodo de 2 años (1 año en niños/as y adolescentes) los intervalos libres de síntomas no son superiores a 2 meses.
Las personas con trastorno distímico pueden dejar de interesarse por cuestiones que antes eran de su interés, pueden aparecer sentimientos de incompetencia, aislamiento social, sentimientos de culpa o tristeza referentes al pasado, sentimientos subjetivos de irritabilidad o ira excesiva, y descenso de la actividad, la eficiencia o la productividad.
Dado que estos síntomas se convierten en gran medida en una parte de la experiencia de las personas que lo padecen es frecuente que utilicen expresiones como “Yo siempre he sido así”, “Es mi forma de ser”.
Todos estos síntomas causan un malestar significativo y/o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad de la persona.
Es importante diferenciar este trastorno del trastorno depresivo mayor, lo cual resulta difícil dado que los dos trastornos comparten síntomas parecidos. Normalmente, el trastorno depresivo mayor consiste en uno o más episodios depresivos diferenciados que se pueden distinguir de la actividad normal de la persona, mientras que el trastorno distímico se caracteriza por síntomas depresivos menos graves y crónicos, que se han mantenido durante muchos años.
Cuando el trastorno distímico es de muchos años de duración, la alteración del estado de ánimo no puede distinguirse con facilidad del funcionamiento “normal” de la persona.
El diagnóstico del trastorno debe ser hecho siempre por un profesional. No puedes, ni debes, auto-diagnosticarte. Sólo un profesional está preparado para hacerlo con rigor y fiabilidad.

Trastorno depresivo no especificado
Se incluyen aquellos trastornos con síntomas depresivos que no cumplen los criterios para un trastorno depresivo mayor, un trastorno distímico, un trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo, o con estado de ánimo mixto ansioso y depresivo. Ahora pasaremos a citar los trastornos que pueden incluirse aquí:

1.  Trastorno disfórico premenstrual. En este trastorno los síntomas deben presentarse durante la última semana de la fase luteínica. Los síntomas deben ser de la suficiente gravedad como para inferir en el trabajo, o las actividades habituales en la vida del sujeto. Dichos síntomas deben estar ausentes ya durante la siguiente semana a la menstruación.
2.  Trastorno depresivo menor. Se debe cumplir el criterio de, al menos, dos semanas, pero, que sin embargo, cumple menos de los cinco ítems exigidos para el trastorno depresivo mayor.
3.  Trastorno depresivo recidivante. Son episodios depresivos de una duración entre dos días y dos semanas, que deben presentarse durante un año, al menos una vez al mes.
4.  Trastorno depresivo psicótico en la esquizofrenia. Es un episodio depresivo que se presenta durante la fase residual de la esquizofrenia.
5.  Por último, casos donde el clínico sabe que es un trastorno depresivo, pero no puede determinar si es primario, o bien secundario a alguna enfermedad o a alguna sustancia.

GONZALO FLORES
De acuerdo a la Organización Mundial de la salud en el 2015, se considera a la depresión como un trastorno mental que suele ser uno de los más comunes en la comunidad mundial, tiene muchas características visibles como falta de interés, perdida de placer, también se caracteriza por profunda tristeza, problemas para conciliar el sueño, disminución de la concentración, cansancio recurrente y podrían aparecer sentimientos de culpa.

La depresión tiene distintos niveles pero si llegase a una etapa crónica o recurrente, puede dificultar la vida, el desarrollo de la persona. Puede alterar aspectos tan importantes como el trabajo, la educación dificultando el actuar de la persona en la vida diaria. SI no es controlado en una etapa crónica puede llevar al suicidio. Los casos diagnosticados por lo general se pueden tratar sin medicamentos y solo mediante la psicoterapia pero cuando el caso es moderado o grave se podría recurrir a ellos.

Parafraseando a García en el 2015, la depresión es un trastorno psiquiátrico que afecta al estado de ánimo, puede encontrarse en estados transitorios como permanentes, tiene características particulares relacionadas a la baja autoestima, sentimientos de culpabilidad, infelicidad y distintos rasgos que afectan a la salud mental y al desarrollo personal de la persona.

La depresión como una enfermedad diagnosticada puede considerarse a través de un conjunto de síntomas que afectan la esfera afectiva que es el conjunto de lo que la persona siente y piensa las emociones recurrentes en el sujeto que se hacen visibles a través de su comportamiento emocional, sentimental o entorno al marco social,  es entonces que si se ve afectada esta esfera la persona puede padecer distintas afecciones que concurren en este trastorno. Si afectan al bienestar de la persona en esta esfera pueden convertirse en distintas enfermedades mentales más que todo en las que afectan el desarrollo normal de la persona. También esta enfermedad se puede expresar cuando existen afecciones a nivel cognitivo, incluso volitivo  puede llegar a convertirse en algo somático.

La depresión en el ámbito de desarrollo de la persona afecta en gran mayoría a su desempeño laboral, también a sus relaciones sociales tanto como las personales, esta enfermedad puede generar incapacidad laboral. Otros de los síntomas que pueden advertir de la existencia de la depresión son los cambios que la persona puede tener a nivel social, el alejamiento de amigos, o el permanecer solo y alejarse de la familia puede ser un síntoma visible de esta enfermedad, también entran factores como la disminución de la atención, la persona puede entrar en cuadros hipocondriacos, ideas pesimistas.

La depresión depende de múltiples cusas no es un trastorno que solo deba cumplir un criterio. Las causas combinadas desencadenan esta enfermedad. Distintas investigaciones han mencionado que la depresión tiene una relación estrecha la mala distribución de sustancias químicas en el cerebro. Cuando la persona entre en un estado de depresión, los niveles de sustancias o neurotransmisores bajaran considerablemente. Otros síntomas de la depresión que están inmersos en la sociedad son el consumo de sustancias como droga y el alcohol que afectan también las esferas del sujeto.

Para la Organización Mundial de la salud en el 2015, la depresión puede convertirse en un problema de salud pública si no existen sistemas o programas de prevención, la depresión es considerada una enfermedad común que afecta a un gran porcentaje de la población y que también puede presentarse en la gran mayoría de personas en cualquier momento de su vida.
                                                     
La depresión se considera una enfermedad en cierto punto muy común en torno a la sociedad, los pacientes que son internados por trastornos mentales en su mayoría padecen o tienen síntomas de esta enfermedad. Este trastorno al ser algo común no depende de situación socioeconómica, nivel de educación ni tampoco de las cualidades personales, ninguna persona esta absenta a padecerla. Se puede considerar que el problema del aumento de las estadísticas de la depresión actualmente se debe a que no existen programas de prevención y las personas no se encuentran informadas sobre esta enfermedad que no es un virus biológico pero que afecta de igual manera que uno de estos.

Según las estadísticas mencionadas por diario El Tiempo (23 de febrero del 2017), la depresión como enfermedad afectó en 2015 a trescientos millones de personas alrededor del mundo lo que equivale al 4,4 por ciento de la población mundial y aumentó un 18 por ciento su alcance en la última década. Este número de afectados ha aumentado un 18, 4 por ciento entre los años 2005 y 2015, estos datos proporcionados por la O M S autora de estas estadísticas.
Según la Organización Mundial de la salud en el 2015, la depresión es uno de los principales causantes de discapacidad a nivel mundial, y en los casos que la enfermedad es grave puede incurrir en suicidios. Según las estadísticas publicadas por esta organización alrededor de 788000 personas recurren al suicidio mientras padecen este trastorno, enfermedad. Se encuentra  mayor prevalencia de depresión en los países occidentales un 3 por ciento de la población total general. ´

Al mencionar la prevalencia de esta enfermedad también podemos afirmar que las estadísticas mencionan que esta enfermedad está presente en casi el doble de mujeres que hombres, aunque muchas investigaciones intentan desmentir esta estadística ya que se menciona que la depresión en el hombre es menos admitida y la sintomatología debe ser tomada de forma diferente. Existen factores biológicos, que están intrínsecos en el ciclo de desarrollo de la persona que son  hormonales, y psicosociales que se encuentran solo en las mujeres, y están relacionados con tasas altas de depresión. Investigaciones han demostrad que las hormonas producidas por el cuerpo de las mujeres son las que afectan al cerebro y regulan las emociones y estados de ánimo. Es por eso que las mujeres son más propensas a padecer depresión pos parto, ya que todos los cambios fisiológicos por los que pasan causan esta enfermedad. Y al habar de estos cambios físicos, hormonales no podemos dejar pasar a la menopausia un gran porcentaje de mujeres que entrar a esta etapa de la vida sufre de depresión. Finalmente las mujeres que se enfrentan a estrés en el trabajo y poseen muchas responsabilidades dentro del hogar tienden a padecer en su mayoría de depresión.

A diferencia de las mujeres los hombres padecen la depresión de cierta manera algo distinta y acostumbran a combatir los síntomas de manera diferente. Los hombres pueden reconocer de mejor manera la fatiga, irritabilidad o la perdida de interés en las actividades que antes des producían gratificación, mientras que las mujeres intentan no admitir los sentimientos de tristeza o culpa. En su mayoría los hombres que padecen de síntomas depresivos recurren al uso de drogas o abuso del alcohol, es normal que los hombres de edad adulta intenten introducirse más en su rol de trabajador para evitar el contacto o evitar el hablar de los síntomas que padece con su familia.

La depresión puede originarse por la activación o inclusión de varios factores que pueden ser biológicos, genéticos además de psicosociales. El origen de la enfermedad es complejo en muchos de los pacientes.
La herencia genera un riesgo latente de sufrir este trastorno, si existe antecedentes de familiares con depresión las probabilidades de que otro miembro de la familia la pueda padecer aumentan considerablemente
Entre los factores bioquímicos mencionados por López, T (2014) se asocia a la bioquímica del cerebro, estudios recientes han demostrado que las personas que padecen de depresión en estado grave poseen un desequilibrio en los neurotransmisores dentro del cerebro, es por ello que los casos más severos de depresión poseen una prescripción médica de un psiquiatra.   
Otro desencadenante de la depresión son los problemas psicosociales como menciona Monteverde (2014), cuando la persona es expuesta a eventos que exceden los recursos personales de afrontamiento que podrían ser situaciones como muertes de familiares, enfermedades o problemas interpersonales severos, estos factores psicosociales podrían genera depresión en una persona.
Los rasgos de la personalidad también son un antecedente para el desencadenamiento de la depresión, las personas que suelen ser demasiado pesimistas, o que poseen auto conceptos pobres, autoestima baja, y son perronas que tienden a la preocupación extrema se convierten fácilmente en portadores de esta enfermedad, trastorno.

EL entorno laboral del que se trata nuestro trabajo final tiene mucha relación con la depresión que puede llegar a tener los trabajadores de una organización. Estudios realizados están indicando que el desempleo está disminuyendo en el país. Pero que el desempleo disminuya no quiere decir que los trabajadores se sientan satisfechos en su trabajo. Es posible que ese sueldo o trabajo tenga que ser obligatoriamente tomado por la necesidad económica que le permita vivir y mantener a su familia, pero muchos trabajadores lo hacen a costa de su salud y bienestar mental. Las necesidades económicas que existen hoy en día hacen que las personas opten por aceptar cualquier trabajo sin embrago nunca se hayan preparado para este y aunque no sea su vocación pero la gran mayoría de los trabajadores están de acuerdo en que no se debe rechazar ninguna oferta porque es necesario el sustento económico. Pero es muy claro que desde allí ponen en juego su bienestar mental, muchas patologías aparecen cuando el trabajador es expuesto a estrés laboral, mal clima laboral, maltratos psicológicos. Los trabajadores comúnmente desarrollan depresión al verse influenciados por los factores antes mencionados. Esta enfermedad que requiere de un tratamiento pronto y oportuno que pueda ser identificada y aliviada lo más pronto posible para que no se convierta en crónica y pueda afectar en la salud biológica del individuo que ya por si la debe estar afectando.
La depresión tiene muchos orígenes que pueden variar desde biológicos hasta psicológicos. Esta enfermedad afecta al diario vivir de la persona. Pero cuando se desarrolla en el ambiente laboral puede ser por factores que afectan directamente el desempeño laboral de la persona y que están relacionados con el ambiente de trabajo, los compañeros, la sobrecarga laboral o como se mencionó que el trabajo no sea el que la persona siente como adecuado o que no lo hace suyo.
Para indicar de donde provienen los índices más altos de depresión en los trabajadores, podemos empezar por el ambiente labora. La depresión afecta profundamente /n todos los sentidos a la persona ya sean relaciones interpersonales, de pareja o con sus hijos. La calidad de vida de esta persona se ve sumamente afectada y tiende a ponerse peor si no es controlada a tiempo. Para detectar cuando una persona podría estar sufriendo de depresión en el trabajo uno de los síntomas más característicos es la perdida de interés. Cuando la persona comienza a desenvolverse de manera distraída, poco profesional o inadecuadamente se podría estar hablando de que la persona presenta niveles de depresión leves. Se pueden evidenciar también pensamientos negativos, falta de concentración, o cansancio que no tienen lógica aparente, sensaciones de malestar. La persona con presenta enfermedades leves como refriados o dolo de estómago, cefaleas menores, pero que pueden ir en aumento y convertirse en trastornos del sueño o cefaleas mayores.

Los datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud en el 2015, indican que existen más de 300 millones de personas en el mundo que sufren de depresión en distintos niveles. En otro estudio Ecuador se encuentra en el puesto 11 de América Latina entre los países que tienen más altos índices depresión. Se indica que las personas en edad adulta sufren más de este trastorno que los adolescentes. Estos datos pueden ser de gran relevancia para la investigación porque la misma se centra en la edad adulta temprana y son los adultos lo que más padecen de eta patología.

Según la Organización Mundial de la salud en el 2016 “el trabajo es beneficioso para la salud mental, sin embargo, un entorno laboral negativo puede causar problemas físicos y psíquicos, un consumo nocivo de sustancias y de alcohol, absentismo laboral y pérdida de productividad.”
Un trabajador que está pasando por la depresión puede ser identificado rápidamente por sus compañeros porque ellos pueden notar factores como: reducción de productividad, frecuentes reclamos, lesiones o enfermedades ausencia en el trabajo. Las políticas laborales inadecuadas y poco interés de las empresas por la protección de la salud de su personal podrían estar siendo factores agravantes de esta patología. Los responsables de recursos humanos y empleadores deben ser conscientes de su papel como los encargados del cambio para que el lugar de trabajo sea el adecuado.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (I. N. E. C.) en el 2016 indicó que se trataron a 1.084 por episodios depresivos, 801 por otros trastornos de ansiedad, 755 por esquizofrenia, 716 por desórdenes mentales y del comportamiento debido al uso de múltiples drogas y el uso de otras sustancias psicoactivas y 570 por trastorno afectivo bipolar.
Como se puede notar en los datos estadísticos la depresión es la patología más tratada durante el año 2016 en Ecuador. Si sigue en aumento puede convertirse en un problema de salud pública que al no ser prevenido a tiempo comenzaría a aumentar cada vez más a la población adulta.

Cuando se habla de la depresión en la parte clínica se menciona a los trastornos del estado de ánimo que son un  varios de trastornos que están incluidos dentro del manual de diagnóstico de los trastornos mentales (D. S. M. - IV) ya que estos trastornos tienen una característica en común que es la alteración del estado de ánimo de la persona. Otra clasificación importante es la que nos proporciona el C I E 10 que considera la clasificación de estos trastornos como Trastornos del humor (afectivos).

Según el D. S. M. - IV en 1994, los trastornos del estado de ánimo, se subdividen en referencia se poseen o no poseen la presencia de episodios de manía que son los trastornos depresivos y los bipolares. De los trastornos depresivos el más común y más estudiado es el trastorno depresivo mayor, que se conoce comúnmente como depresión clínica o depresión mayor. En la otra subdivisión los trastornos bipolares están caracterizados por que se presentan episodios de manías que se mezclan con episodios depresivos.

EL D S M – IV en 1994 habla del trastorno de depresión mayor como depresión unipolar, depresión clínica, y menciona que este trastorno aparece cuando el sujeto que lo padece sufre uno o más episodios depresivos mayores. Se recalca que si el paciente solo ha sufrido de un episodio este se trata como trastorno de depresión mayo con episodio único y cuando el número de episodios es superior a uno se le considera como trastorno de depresión mayor recurrente.

Los sujetos que padecen de episodios de depresión mayor o del trastorno en si son los más propensos a cometer suicidio, si se realiza una intervención pronta o se realizan las fases de prevención más específicamente la prevención secundaria ya que sería un caso diagnosticado, se podría reducir este riesgo y hacer que la persona busque ayuda y pueda ser tratado a tiempo.

A continuación el del manual de diagnóstico de los trastornos mentales (D. S. M. - IV) menciona al trastorno distímico o que se conoce comúnmente como distimia, básicamente lo que lo caracteriza es un estado de ánimo severamente depresivo que afecta a la persona la mayor parte del día y este debe haber tenido una duración mínima de dos años. (Saavedra, 2013)
Si se quiere diagnosticar la distimia el paciente debe cumplir dos o más de los siguientes síntomas: falta de apetito, hipersomnia, dificultades con la atención, sentimientos de desesperanza, falta d energía. En el transcurso de los dos años antes mencionados no debe exceder un intervalo de dos meses para que un síntoma sea recurrente.
Para darse cuenta cuando una persona comienza a sufrir de síntomas de distimia se lo puede reconocer porque ya no se interesa por asuntos que para el sujeto solían ser importantes. El aislamiento de la sociedad es algo común en los distímicos, estas personas intentan alejarse del mundo exterior porque suelen tener sentimientos de culpa, incompetencia o tienen miedo de expresar ira hacia los demás, todos estos aspectos afectan en gran cantidad a la eficiencia y productividad del sujeto.

Resulta muy complicado el diferenciar entre el trastorno de depresión mayor y el distimico, dado que sus síntomas son parecidos. Ciertos puntos se podrían aclarar para intentar diferenciarlos. El trastorno de depresión mayor consiste en uno o varios episodios depresivos, en su lugar  el distimico son síntomas depresivos menos graves, que se mantiene por varios años. Si el trastorno distimico ha sido un mal que ha tenido a la persona por varios años es difícil entender el buen funcionamiento y el normal de la persona.
El diagnóstico del trastorno debe ser hecho siempre por un profesional. No puedes, ni debes, auto-diagnosticarte. Sólo un profesional está preparado para hacerlo con rigor y fiabilidad.

NEUROPSICOLOGÍA

Por todo el sistema nervioso se trasmite impulsos, señales bioquímicas que contienen información del cerebro al cuerpo y viceversa. En el cerebro, las neuronas son las responsables de la conducción de los impulsos y su información, mandándola entre sí, a través de una hendidura existente entre ellas llamada sinapsis o espacio sináptico, por ahí se conduce en forma de pequeñas moléculas fabricadas de aminoácidos que reciben el nombre de neurotransmisores, por ejemplo: la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina. 
Es importante mencionar que por medio de estudios de nueroimagen en indica que los déficit cognitivos observados en la depresión se asocia  con disfunciones neurobiológica relacionadas con el cíngulo anterior,  formado alrededor del cuerpo calloso, el mazo fibroso que transmite las señales neuronales entre los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo. Consiste de las áreas de Brodmann. Toma un control amplio de funciones autónomas, tales como regular la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, c también para ciertas funciones cognitivas, tales como la inhibición verbal, la anticipación de premio, la toma de decisiones, la empatía y las emociones.  También se ven involucradas regiones dorsales del córtex pre frontal.
Cuando una persona está profundamente deprimida, un tipo de sustancias o enzimas predominan para inhibir la producción de los neurotransmisores excitadores del estado de ánimo, por lo tanto este se deprime. Un ejemplo de estas enzimas es la colinesterasa.

Ambos, en condiciones normales se transferirían equilibradamente de neurona a neurona a través de la sinapsis, pero, durante la depresión las neuronas mutan tanto su capacidad de producir como de recibir inhibidores, y si la enfermedad no es atendida, la persona va adquiriendo vulnerabilidad crónica a deprimirse. 

Los estímulos positivos del entorno y la psicoterapia,  controlan una depresión moderada, pero, cuando es severa, la única forma de regular las sustancias neuronales, es mediante el uso de antidepresivos acompañada de terapia psicológica
En general la depresión puede ser endógena, exógena o mixta. Endógena cuando es provocada por un mal funcionamiento cerebral. Exógena, se refiere a un tipo de depresión que inicia a partir de un acontecimiento externo al sustrato biológico de la gente, por ejemplo, la pérdida de un ser querido, un fracaso significativo o presenciar un hecho dramático. (Burgos, 2012)
Psiquiátricamente la depresión está dentro de la clasificación de los trastornos del estado de ánimo, y tiene un cuadro clínico bien reconocido por los profesionales de salud mental. Es importante mencionar que por medio de estudios de nueroimagen en indica que los déficit cognitivos observados en la depresión se asocia  con disfunciones neurobiológica relacionadas con el cíngulo anterior y las regiones dorsales del córtex pre frontal.
Se ha determinado que la depresión se presenta en episodios moderados o severos. Cuando la depresión es permanente toma la característica de cronicidad y el tratamiento con medicamento controlado es de suma importancia.
Sin embargo hay que considerar que, no importa la causa o la clasificación diagnóstica, la depresión se instaura en un proceso neurológico que precede al psicológico.

Los pacientes con TDM se quejan a menudo de falta de atención. La mayoría de las investigaciones de  depresión corrobora la idea de interfiere en mayor medida en los procesos controlados que en los automáticos. Los procesos automáticos se llevan a cabo automáticamente, y no requieren atención o el ser consciente de ello. Por lo cual los procesos controlados, por el contrario, requieren atención, un esfuerzo continuado y el procesamiento de la información. Los estudios sobre la demanda atencional tanto en los procesos automáticos como en los controlados sugieren un mayor déficit de atención en la depresión. (Bardi, Leyton, & Martinez, 2015)
Por ejemplo, Roy-Byrne et al. evaluaron como diez pacientes con TDM y diez pacientes control sin patología procesaban la atención. Para ello utilizaron dos tipos opuestos de tareas cognitivas de procesos controlados: la primera requería un esfuerzo continuado y un procesamiento de la información, y la segunda requería un procesamiento de la información superficial que podía llevarse a cabo de manera automática y sin mayor esfuerzo.

Memoria
Los estudios sobre memoria en pacientes con depresión han demostrado de manera consistente tanto la dificultad para recordar a corto plazo como la dificultad para aprender a partir de un material verbal o viso espacial.


Depresión
Es una enfermedad que se caracteriza por un sentimiento de profunda tristeza, decaimiento anímico, pérdida de interés por todo e imposibilidad de experimentar placer o capacidad de disfrutar  de cualquier experiencia. Se prolonga por un extenso periodo de tiempo, afectando el orden de la vida cotidiana y relaciones sociales; es así que es la segunda enfermedad mental incapacitante en cuanto al grado de discapacidad y el gasto social que origina.
Su origen no depende de la debilidad, fragilidad o carácter de una persona, es una enfermedad equiparable a otra patología crónica como la diabetes, aunque factores como el estrés y ansiedad constante pueden influir en su aparición. Como consecuencias de padecerla se encuentra que quienes la sufren tienen un 8% de mayor riesgo de muerte por suicidio. (Garaia, 2010)
La depresión, probablemente una de las enfermedades que ha estado presente en todas las épocas y que no hace distinción de edad, género, estilo de vida ni situación socioeconómica.

Causas de la depresión
Existen varios factores que pueden influir en su desarrollo, unos de maneras más directas que otros: 
·         El Tabaco: la nicotina que contiene posee efectos negativos sobre el organismo, entre ellos suele afectar el funcionamiento de los neurotransmisores en el cerebro, produciendo un mayor nivel de dopamina y serotonina.
·         Problemas de tiroides: cuando la glándula tiroides no funciona bien y tienen fallos en la producción de hormonas tiroideas, como es el caso del hipotiroidismo, puede provocar depresión, ya que una de las funciones de estas hormonas es regular los niveles de serotonina.
·         Lugar de residencia: el lugar donde se vive puede estar relacionado a la salud emocional, así como el clima, personas con las que se convive, así como colores y aspecto del barrio. Por ejemplo, en las grandes ciudades suelen registrarse mayores cifras de depresión y suicidios en comparación que en pueblos en zonas rurales o cercanas a playas.
·         Insomnio: aparte de la fatiga, la irritabilidad y otra de las consecuencias de no dormir es la depresión, el cansancio generado al dormir poco genera vulnerabilidad y afecta a la toma de decisiones, algunos lo atribuyen a la falta de contacto con la naturaleza y el estrés originado por las grandes ciudades.

Tipos de Depresión
·         Trastorno depresivo recurrente: se caracteriza por repetidos episodios de depresión durante los cuales se manifiesta un estado de ánimo deprimido, pérdida de interés, capacidad de disfrute, reducción de energía y actividad física, durante un periodo mínimo de dos semanas. Otros síntomas puede ser la ansiedad, alteración del sueño, falta de apetito, sentimiento de culpa, baja autoestima y dificultades de concentración.
Dependiendo la cantidad y la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves. (Fertilab, 2012).
·         Trastorno afectivo bipolar: consiste en una serie de episodios maníacos y depresivos separados por intervalos con un estado de ánimo normal. Entre las causas de estos episodios maníacos se encuentran estados de ánimo elevado o irritable, hiperactividad, autoestima excesiva y disminución del sueño.
Síntomas de depresión
Entre los principales síntomas que se pueden manifestar se encuentran:
·         Imposibilidad de sentir placer y disfrutar momentos gratificantes
·         Pérdida de interés ante situaciones, cosas y personas
·         Vulnerabilidad al estrés, resultando todo muy complicado
·         Empeoramiento progresivo del humor durante el día
·         Sentimiento de culpa sin sentido alguno
·         Pensamientos pesimistas y suicidas
·         Ansiedad e irritabilidad
·         Reducción de la tolerancia al dolor
·         Alteración de los ciclos de sueño, causando déficit de descanso
·         Cambios somáticos como fatiga, cambios en el apetito, variaciones de peso, disfunción sexual y problemas de estómago
·         Empeoramiento de la función cognitiva en un 94% de los casos, tales como: planificación, toma de decisiones, concentración, organización, memoria reciente y a largo plazo, agudeza mental, velocidad del pensamiento y el juicio
·         La bradipsiquia, lentitud psíquica de pensamiento y mental, y la bradilalia, lentitud en el ritmo y fluidez del habla
·         Baja actividad física
·         Disminución de la calidad de vida al verse afectada la funcionalidad del individuo para llevar a cabo actividades de su vida cotidiana, afectando sus relaciones sociales, familiares, trabajo, estudio y rutina doméstica.
·         Al presentarse los síntomas, es indispensable el apoyo de familiares y amigos cercanos para detectarlo y buscar ayuda lo más pronto posible.

PRUEBAS OBJETIVAS

El Inventario de Depresión de Beck (BDI, BDI-II)
Es un cuestionario autoadministrado que consta de 21 preguntas de respuesta múltiple. Es uno de los instrumentos más comúnmente utilizados para medir la severidad de una depresión. Las versiones más actuales de este cuestionario pueden ser utilizadas en personas de a partir de 13 años de edad. Está compuesto por ítems relacionados con síntomas depresivos, como la desesperanza e irritabilidad, cogniciones como culpa o sentimientos como estar siendo castigado, así como síntomas físicos relacionados con la depresión (por ejemplo, fatiga, pérdida de peso y de apetito sexual).

Ficha técnica:
1. Nombre original: Beck Depression Inventory
2. Nombre de la adaptación en español: Inventario de depresión de Beck (BDI).
3. Autores: Beck AT, Ward CH, Mendelson M, Mock J y Erbauhg J.
4. Administración: Preferentemente autoadministrada.
5. Duración aproximada: 20 minutos.
6. Grupos de aplicación: A partir de los 13 años.
7. Material: Cuadernillo, hoja de respuestas y plantilla
8. Objetivo: El BDI tiene como objetivo principal servir como instrumento de medida, estandarizado, sencillo y de fácil aplicación e interpretación, de la depresión y de sus cambios a lo largo del tiempo en adolescentes y adultos.
9. Descripción del test: En una primera versión era una escala de valoración clínica administrada por el clínico, pero en la revisión de 1978 (la más frecuentemente empleada) se convierte en un cuestionario auto aplicado de 21 ítems. Estos 21 ítems evalúan un amplio espectro de síntomas depresivos y cada uno se compone de cuatro afirmaciones acerca de la intensidad del síntoma, desde 0 (ausente o leve) hasta 3 (muy intenso).

Los ítems cubren los siguientes ámbitos:
Afecto. • Pesimismo. • Sentimiento de fracaso. • Pérdida de satisfacción. • Sentimientos de culpa. • Sensación de castigo. • Malestar consigo mismo. • Autoacusaciones. • Deseos suicidas. Llanto. • Irritabilidad. • Aislamiento social. • Indecisión. • Distorsión de la imagen corporal*. • Inhibición en el trabajo*. • Problemas de sueño*. • Cansancio. • Pérdida de apetito*. • Pérdida de peso*. • Preocupación somática*. • Pérdida del interés sexual.
Escala Autoaplicada Para La Medida De La Depresión De Zung Y Conde
Es una escala autoaplicada formada por 20 frases relacionadas con la depresión, formuladas la mitad en términos positivos y la otra mitad en términos negativos. Tienen gran peso los síntomas somáticos y los cognitivos, con 8 ítems para cada grupo, completándose la escala con dos ítems referentes al estado de ánimo y otros dos a síntomas psicomotores. El paciente cuantifica no la intensidad sino solamente la frecuencia de los síntomas, utilizando una escala de Likert de 4 puntos, desde 1 (raramente o nunca) hasta 4 (casi todo el tiempo o siempre). El marco temporal no está claramente establecido, y así en unas versiones se le pide al paciente que evalúe la frecuencia de los síntomas de modo indeterminado o con una expresión tal como “recientemente”1, en otras se hace referencia a “su situación actual” 2, o a la semana previa 3.

1.    Autor: Dr. W. Zung
2.    Administración: Individual o Colectiva.
3.    Nº de Ítems: 20
4.    Rango de edad: Desde los 13 años.
5.    Duración: 10 a 15 minutos aproximadamente.
6.    Significación: Nivel de ansiedad global.
7.    Puntuación: Calificación Manual.
8.    Interpretación: La escala de Likert de cada ítem puntúa de 1 a 4 para los de sentido  negativo, o de 4 a 1 para los de sentido positivo; el rango de puntuación es de 20 – 80 puntos. El resultado puede presentarse como el sumatorio de estas puntuaciones, o como puntuación normalizada (suma de las puntuaciones de cada item expresada como porcentaje de la máxima puntuación posible), oscilando en este caso el rango de valores entre 20 y 100.

PSICOLOGÍA EVOLUTIVA II

La depresión es la primera causa de consulta siquiátrica para los mayores de 60 años.  Además, la Organización Mundial de la Salud calcula que el 25% de las personas mayores de 65 años padece algún tipo de desorden siquiátrico, siendo la depresión la enfermedad más frecuente (sólo superada por la demencia a partir de los 75 años).
Las causas por las que un adulto mayor se deprime son complejas.

La depresión es una de las enfermedades más frecuentes en todo el mundo, se calcula que afecta a aproximadamente 350 millones de personas y se perfila para convertirse en un problema de salud pública. Es un trastorno que condiciona sufrimiento, disfunción y en el peor de los casos puede llevar al suicidio. Los trastornos del estado de ánimo se encuentran entre las principales causas de discapacidad en el ámbito mundial, así como de un alto costo en la salud pública. Se espera que para 2020 la depresión mayor llegue a ser la segunda causa de incapacidad de entre todas las condiciones médicas.

Esta enfermedad se presenta en todos los grupos de edad y específicamente en los adultos jóvenes de entre los 20 y 24 años, y en la adolescencia tardía de los 15 a los 19 años, quienes, de forma secundaria a las expectativas personales, demandas familiares y sociales, resultan gravemente afectados en estas condiciones.

En países de ingresos económicos medio o bajo, como el nuestro, la edad de inicio es aproximadamente entre los 16,7 a 34,0 años de acuerdo a Kessler, siendo más frecuente en nuestro país en personas de 15 a 19 años, con un repunte hacia los 65 años, de acuerdo a la encuesta de salud mental de la Dra. Medina Mora.

La salud mental de los estudiantes al ingresar a la universidad puede verse afectada por múltiples factores que producen la depresión, la cual a su vez afecta de manera secundaria su desempeño académico y social, favoreciendo un ciclo vicioso.

En un estudio llevado a cabo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se encontró que un porcentaje de estudiantes de reciente ingreso a la carrera de medicina presentaban síntomas depresivos, eran el 23% del total, de los cuales 12,3% eran hombres y 28,4% mujeres, con una diferencia estadísticamente significativa para síntomas depresivos predominantes en mujeres. En este estudio la presencia de síntomas depresivos se asoció a un mayor riesgo de reprobar una materia (2,4 veces más probable en aquellos con sintomatología depresiva).

Las condiciones de salud mental de los estudiantes pueden verse afectadas en la medida en que las exigencias académicas, las dificultades en el desarrollo del aprendizaje y la adquisición de destrezas plantean situaciones de fracaso o éxito, que acompañadas al ritmo de estudio, la intensidad horaria, la exigencia de los docentes, la competitividad y los cambios de horario y del ciclo sueño-vigilia, pueden afectar el estado de salud del sujeto.

La depresión es una enfermedad mental. Es un trastorno del estado de ánimo en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante semanas o por más tiempo.
La depresión en los adultos mayores es un problema generalizado, pero no es una parte normal del envejecimiento. Con frecuencia, no se reconoce ni recibe tratamiento.

Causas:
En los adultos mayores, los cambios en la vida pueden incrementar el riesgo de depresión o llevar a que la depresión existente empeore. Algunos de estos cambios son:

·         Mudanza del hogar, como por ejemplo a un centro de la tercera edad
·         Dolor o padecimiento crónico.
·         Hijos que dejan el hogar.
·         Cónyuge y amigos cercanos que mueren.
·         Pérdida de la independencia (por ejemplo, problemas para cuidarse sin ayuda o movilizarse, o pérdida de los privilegios para conducir).

La depresión también puede estar relacionada con un padecimiento físico, como:
·         Trastornos tiroideos
·         Mal de Parkinson
·         Enfermedad del corazón
·         Cáncer
·         Accidente cerebrovascular
·         Demencia (como mal de Alzheimer)
·         El consumo excesivo de alcohol o de determinados medicamentos (como los somníferos) puede empeorar la depresión.

Un adulto mayor deprimido no puede diagnosticarse tan fácilmente, pues se cree que la fatiga, el insomnio o el sueño excesivo que presenta son sucesos normales en la vejez.  Por eso, muchos no acuden a tiempo a recibir el tratamiento adecuado y cuando consultan ya la depresión es  profunda.
Los siguientes comportamientos pueden dar luces sobre si un adulto mayor está deprimido:
·         Está constantemente confundido.
·         Olvida constantemente los nombres,  las fechas, los sucesos y las cosas más simples.
·         Desaseo y falta de cuidado en la higiene personal.
·         Descuido en el arreglo del hogar.
·         Aislamiento, falta de contacto con familiares o amigos.
·         Pérdida de peso, dolores de cabeza, trastornos de sueño, vértigo, etc.
·         Apatía y aislamiento.

La depresión es un trastorno mental frecuente, se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Muchos estudios demuestran que la depresión se asocia con una disminución de las funciones, con un claro impacto en la vida cotidiana y laboral de los pacientes. Los síntomas cognitivos causan absentismo, reducen la productividad laboral y necesitan de un tratamiento adecuado, factor crítico para reducirlos y mejorar las perspectivas laborales de las personas con depresión. No obstante, la depresión es un trastorno multidimensional caracterizado por aspectos emocionales, cognitivos y físicos, cuyo objetivo terapéutico ha evolucionado y se dirige a la recuperación funcional de la persona que la padece.

Estudios realizados están indicando que el desempleo está disminuyendo en el país. Pero que el desempleo disminuya no quiere decir que los trabajadores se sientan satisfechos en su trabajo. Es posible que ese sueldo o trabajo tenga que ser obligatoriamente tomado por la necesidad económica que le permita vivir y mantener a su familia, pero muchos trabajadores lo hacen a costa de su salud y bienestar mental. Las necesidades económicas que existen hoy en día hacen que las personas opten por aceptar cualquier trabajo sin embrago nunca se hayan preparado para este y aunque no sea su vocación pero la gran mayoría de los trabajadores están de acuerdo en que no se debe rechazar ninguna oferta porque es necesario el sustento económico. Pero es muy claro que desde allí ponen en juego su bienestar mental, muchas patologías aparecen cuando el trabajador es expuesto a estrés laboral, mal clima laboral, maltratos psicológicos. Los trabajadores comúnmente desarrollan depresión al verse influenciados por los factores antes mencionados. Esta enfermedad que requiere de un tratamiento pronto y oportuno que pueda ser identificada y aliviada lo más pronto posible para que no se convierta en crónica y pueda afectar en la salud biológica del individuo que ya por si la debe estar afectando.

La depresión tiene muchos orígenes que pueden variar desde biológicos hasta psicológicos. Esta enfermedad afecta al diario vivir de la persona. Pero cuando se desarrolla en el ambiente laboral puede ser por factores que afectan directamente el desempeño laboral de la persona y que están relacionados con el ambiente de trabajo, los compañeros, la sobrecarga laboral o como se mencionó que el trabajo no sea el que la persona siente como adecuado o que no lo hace suyo.

Para indicar de donde provienen los índices más altos de depresión en los trabajadores, podemos empezar por el ambiente labora. La depresión afecta profundamente /n todos los sentidos a la persona ya sean relaciones interpersonales, de pareja o con sus hijos. La calidad de vida de esta persona se ve sumamente afectada y tiende a ponerse peor si no es controlada a tiempo. Para detectar cuando una persona podría estar sufriendo de depresión en el trabajo uno de los síntomas más característicos es la perdida de interés. Cuando la persona comienza a desenvolverse de manera distraída, poco profesional o inadecuadamente se podría estar hablando de que la persona presenta niveles de depresión leves. Se pueden evidenciar también pensamientos negativos, falta de concentración, o cansancio que no tienen lógica aparente, sensaciones de malestar. La persona con presenta enfermedades leves como refriados o dolo de estómago, cefaleas menores, pero que pueden ir en aumento y convertirse en trastornos del sueño o cefaleas mayores.

Los datos estadísticos de la OMS indican que existen más de 300 millones de personas en el mundo que sufren de depresión en distintos niveles. En otro estudio Ecuador se encuentra en el puesto 11 de América Latina entre los países que tienen más altos índices depresión. Se indica que las personas en edad adulta sufren más de este trastorno que los adolescentes. Estos datos pueden ser de gran relevancia para la investigación porque la misma se centra en la edad adulta temprana y son los adultos lo que más padecen de eta patología.

Según la OMS “el trabajo es beneficioso para la salud mental, sin embargo, un entorno laboral negativo puede causar problemas físicos y psíquicos, un consumo nocivo de sustancias y de alcohol, absentismo laboral y pérdida de productividad.” Un trabajador que está pasando por la depresión puede ser identificado rápidamente por sus compañeros porque ellos pueden notar factores como: reducción de productividad, frecuentes reclamos, lesiones o enfermedades ausencia en el trabajo. Las políticas laborales inadecuadas y poco interés de las empresas por la protección de la salud de su personal podrían estar siendo factores agravantes de esta patología.

Los responsables de recursos humanos y empleadores deben ser conscientes de su papel como agentes de cambio para que el lugar de trabajo sea amigable. En Ecuador, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), se trataron a 1.084 por episodios depresivos, 801 por otros trastornos de ansiedad, 755 por esquizofrenia, 716 por desórdenes mentales y del comportamiento debido al uso de múltiples drogas y el uso de otras sustancias psicoactivas y 570 por trastorno afectivo bipolar.
Como se puede notar en los datos estadísticos la depresión es la patología más tratada durante el año 2016 en Ecuador. Si sigue en aumento puede convertirse en un problema de salud pública que al no ser prevenido a tiempo comenzaría a aumentar cada vez más a la población adulta.



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